BANCARIO. PHISHING EN UNICAJA: un juez de Oviedo considera que la entidad bancaria no había dispuesto los mecanismos necesarios para detectar transferencias de pago fraudulentas.
Una sentencia de un juzgado de Oviedo ha dado la razón a un jubilado ovetense y le ha permitido recuperar 2.000 euros que le habían estafado a causa de «una brecha de seguridad» en su entidad bancaria, Unicaja.
Según se relata en la sentencia, la víctima comenzó a recibir llamadas advirtiéndole de un intento de uso fraudulento de su cuenta, identificándose el autor de las llamadas como trabajador de la entidad bancaria y teniendo conocimiento de múltiples datos personales, como nombre y apellidos, DNI, dirección o la oficina de la sucursal del banco.
Tras comprobar que la llamada provenía del número de teléfono de atención al cliente de su entidad bancaria, al hombre le comunicaron que le iban a remitir unos SMS con unos códigos de verificación y que se los facilitara en aras de detener las operaciones.
Los SMS recibidos también procedían del número de teléfono de la entidad bancaria, por lo que la víctima se los facilitó en la creencia que, con esa actuación, bloquearía el uso fraudulento de su cuenta y detendría las operaciones no autorizadas.
Una vez los facilita, el hombre comprobó que en su cuenta bancaria se producen varios movimientos, a saber, una trasferencia por importe de 1.000 y dos Bizum por valor de 500 euros cada uno.
Tras esta situación, la víctima decide formular una denuncia ante la Guardia Civil y reclama a a su entidad la devolución del dinero.
El Juzgado en Primera Instancia dio la razón al demandante, víctima de una estafa informática conocida como «phishing», al considerar que se la entidad bancaria no había dispuesto los mecanismos necesarios para detectar trasferencias de pago fraudulentas y evitarlos, por lo que condena a la entidad al reintegro del dinero estafado a su cliente más los intereses legales, y el pago de las costas. La sentencia es firme.